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Romanos 9:8–13

8Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes. 9Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo.b 10Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre 11(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), 12se le dijo: El mayor servirá al menor.c 13Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.d

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