(Al músico principal. Sobre Ayélet ha-sájar. Salmo de David)
¡Dios mío, Dios mío!
¿Por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación
y de las palabras de mi clamor?
Dios mío, clamo de día, y no respondes;
clamo de noche, y no hay sosiego para mí.
Pero tú eres santo.
¡Tú, que habitas entre las alabanzas de Israel!
Nuestros padres esperaron en ti:
Esperaron, y tú los libraste.
Clamaron a ti y fueron librados;
confiaron en ti...
Psalm 22:title–31