Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque Dios hizo lo que era imposible para la ley, por cuanto ella era débil por la carne: Habiendo enviado a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justa exigencia de la ley fuese cumplida en nosotros que no andamos conforme a la carne, sino...
Romans 8