Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra, cuando fueron creados.
Cuando Jehovah Dios hizo la tierra y los cielos, aún no había en la tierra ningún arbusto del campo, ni había germinado ninguna planta del campo, porque Jehovah Dios no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para cultivarla. Pero subía de la tierra un vapor que regaba toda la superficie de la tierra.
Genesis 2:4–6