El Espíritu del SEÑOR omnipotente está sobre mí,
por cuanto me ha ungido
para anunciar buenas nuevas a los pobres.
Me ha enviado a sanar los corazones heridos,
a proclamar liberación a los cautivos
y libertad a los prisioneros,
a pregonar el año del favor del SEÑOR
y el día de la venganza de nuestro Dios,
a consolar a todos los que están de duelo,
Isaiah 61:1–2