Pasado cierto tiempo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo:
—¡Abraham!
—Aquí estoy—respondió.
Y Dios le ordenó:
—Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, y ve a la región de Moria. Una vez allí, ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré.
Genesis 22:1–2