El rey se dirigió a Itay el guitita:
—¿Y tú por qué vienes con nosotros? Regresa y quédate con el rey Absalón, ya que eres extranjero y has sido desterrado de tu propio país. ¿Cómo voy a dejar que nos acompañes, si acabas de llegar y ni yo mismo sé a dónde vamos? Regresa y llévate a tus paisanos. ¡Y que el amor y la fidelidad de Dios te acompañen!
Pero Itay le respondió al rey:
—¡Tan cierto como que el SEÑOR y Su Majestad viven, juro que, para vida o para muerte, iré adondequiera que...
2 Samuel 15:19–22