En el interior del templo recubrió de oro las vigas, los umbrales, las paredes y las puertas, y en las paredes esculpió querubines.
Salomón hizo también el Lugar Santísimo, el cual medía lo mismo que el ancho del templo, es decir, nueve metros de largo y nueve metros de ancho. Lo recubrió por dentro con veintitrés toneladas de oro fino. Cada clavo de oro pesaba medio kilo. También recubrió de oro las habitaciones superiores.
En el Lugar Santísimo mandó tallar dos querubines, y los...
2 Chronicles 3:7–14