Por eso consultó al SEÑOR, pero él no le respondió ni en sueños, ni por el urim ni por los profetas. Por eso Saúl les ordenó a sus oficiales:
—Búsquenme a una adivina, para que yo vaya a consultarla.
—Pues hay una en Endor—le respondieron.
Saúl se disfrazó con otra ropa y, acompañado de dos hombres, se fue de noche a ver a la mujer.
—Quiero que evoques a un espíritu—le pidió Saúl—. Haz que se me aparezca el que yo te diga.
—¿Acaso no sabe usted lo que ha hecho Saúl?—respondió la...
1 Samuel 28:6–19