y los israelitas lo cruzaron sobre tierra seca. El mar era para ellos una muralla de agua a la derecha y otra a la izquierda.
Los egipcios los persiguieron. Todos los caballos y carros del faraón, y todos sus jinetes, entraron en el mar tras ellos. Cuando ya estaba por amanecer, el SEÑOR miró al ejército egipcio desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión entre ellos: hizo que las ruedas de sus carros se atascaran, de modo que se les hacía muy difícil avanzar. Entonces...
Exodus 14:22–29