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Romanos 2:1–5

2 Por lo cual no tienes excusaa, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas, pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque tú que juzgas practicas las mismas cosasb.

2 Sabemos que el juicio de Dios justamente cae sobre1 los que practican tales cosas.

3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que condenas a los que practican tales cosas y haces lo mismoa, que escaparás del juicio de Dios?

4 ¿O tienes en poco las riquezasa de Su bondadb y toleranciac y pacienciad, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimientoe?

5 Pero por causa de1 tu terquedad y de tu corazón no arrepentido, estás acumulandoa ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Diosb.

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