Mateo 18:32–33
32 »Entonces, llamando al siervo, su señor le dijo*: “Siervo malvado, te perdoné toda aquella deuda porque me suplicaste.
33 ”¿No deberías tú también haberte compadecido de tu consiervo, así como yo me compadecí de tia?”.
Un servicio de Software Bíblico Logos