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Marcos 8:1–26

8 En aquellos días, cuando había de nuevo una gran multitud que no tenía qué comer, aJesús llamó a Sus discípulos y les dijo*:

2 «Tengo compasión de la multitud porque ya hace tres días que están junto a y no tienen qué comera;

3 y si los despido sin comer a sus casas, desfallecerán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos».

4 Sus discípulos le respondieron: «¿Dónde podrá alguien encontrar lo suficiente para saciar de pan1 a estos aquí en el desierto?»

5 «¿Cuántos panes tienen?», les preguntó1 Jesús. Ellos respondieron: «Siete».

6 Entonces mandó* a la multitud que se recostara en el suelo; y tomando los siete panes, después de dar gracias, los partió y los iba dando a Sus discípulos para que los pusieran delante de la gente; y ellos los sirvieron a1 la multitud.

7 También tenían unos pocos pececillos; y después de bendecirlosa, mandó que estos también los sirvieran1.

8 Todos comieron y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastasa.

9 Los que comieron eran unos 4,000. Jesús los despidió,

10 y subiendo enseguida a la barca con Sus discípulos, se fue a la región de Dalmanutaa.

Los fariseos buscan señal

11 aEntonces salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Él, buscando de Él una señal1 del cielob para poner2 a prueba a Jesús.

12 Suspirando profundamentea en Su espíritu1, dijo*: «¿Por qué pide señal2b esta generación? En verdad les digo que no se le dará señal3 a esta generación».

13 Y dejándolos, se embarcó otra vez y se fue al otro lado del lago.

La levadura de los fariseos

14 Los discípulos se habían olvidado de tomar panes, y no tenían consigo en la barca sino solo un pan.

15 Jesús les encargaba1 diciendo: «¡Tengan cuidado! Cuídense de la levadura de los fariseosa y de la levadura de Herodesb».

16 Y ellos discutían entre sí que no tenían panes.

17 Dándose cuenta Jesús, les dijo*: «¿Por qué discuten que no tienen panes? ¿Aún no comprenden ni entienden? ¿Tienen el corazón endurecido1a?

18 »Teniendo ojos, ¿no ven? Y teniendo oídos, ¿no oyena? ¿No recuerdan

19 cuando partí los cinco panes entre los cinco mila? ¿Cuántas cestas llenas de pedazos recogieron?». «Doceb», le respondieron*.

20 «Y cuando partí los siete panes entre los cuatro mila, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogieron?». «Sieteb», le dijeron*.

21 Entonces les dijo1: «¿Aún no entiendena?».

El ciego de Betsaida

22 Llegaron* a Betsaidaa, y trajeron* a Jesús un ciego y le rogaron* que lo tocarab.

23 Tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupira en sus ojos y de poner las manos sobre élb, le preguntó: «¿Ves algo?».

24 Y levantando1 la vista, dijo: «Veo a los hombres, pero los veo2 como árboles que caminan»

25 Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y veía todo con claridad.

26 Y lo envió a su casa diciendo: «Ni aun en la aldea entresa».

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