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Jeremías 3:21–25

21 Se oye una voz sobre las alturas desoladas,

El llanto de las súplicas de los israelitas;

Porque han pervertido su caminoa,

Han olvidado al Señor su Diosb.

22 Vuelvan, hijos infieles,

Yo sanaré su infidelidada.

Aquí estamos, venimos a Ti,

Porque Tú, el Señor, eres nuestro Dios.

23 Ciertamente un engaño son las colinasa

Y el tumulto sobre los montes.

Ciertamente, en el Señor nuestro Dios

Está la salvación de Israelb.

24 «Pero lo vergonzoso consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud: sus ovejas y sus vacas, sus hijos y sus hijasa.

25 »Acostémonos en nuestra vergüenza, y que nos cubra nuestra humillación, porque hemos pecado contra el Señor nuestro Dios, nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud hasta hoya, y no hemos obedecido la voz del Señor nuestro Diosb».

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