Hechos de los Apóstoles 26:12–23
Relato de la conversión de Pablo
12 »aOcupado en esto1, cuando iba para Damasco con autoridad y comisión de los principales sacerdotes,
13 al mediodía, oh rey, yendo de camino, vi una luz procedente del cielo más brillante que el sol, que resplandecía alrededor mío y de los que viajaban conmigo.
14 »Después de que todos caímos al sueloa, oí una voz que me decía en el idioma hebreo1b: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón”.
15 »Yo entonces dije: “¿Quién eres, Señor?”. Y el Señor dijo: “Yo soy Jesús a quien tú persigues.
16 ”Pero levántate y ponte en piea; porque te he aparecido con el fin de designarteb como ministro y testigoc, no solo de las cosas que1 has visto, sino también de aquellas en que me apareceré a tid.
17 ‘”Te rescataréa del pueblo judío y de los gentilesb, a los cuales Yo te envío,
18 para que les abras sus ojosa a fin de que se conviertan de las tinieblas a la luzb, y del dominio de Satanás a Diosc, para que reciban, por la fe en Míd, el perdón de pecadose y herencia entre los que han sido santificadosf”.
19 »Por tanto, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial,
20 sino que anunciaba, primeramente a los que estaban en Damascoa y también en Jerusalénb, y después por toda la región de Judea, y aun a los gentilesc, que debían arrepentirsed y volverse a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimientoe.
21 »Por esta causa, algunos judíos me prendieron en el temploa y trataron de matarmeb.
22 »Así que habiendo recibido ayuda de Dios, continúo hasta este día testificandoa tanto a pequeños como a grandes, no declarando más que lo que los profetas y Moisés dijeron que sucederíab:
23 que1 el Cristo2 había de padecer3a, y que por motivo de Su resurrección de entre los muertosb, Él debía ser el primero en proclamar luz tanto al pueblo judío como a los gentilesc»