Cargando…

Hechos de los Apóstoles 22:6–21

6 »aY aconteció que cuando iba de camino, estando ya cerca de Damasco, como al mediodía, de repente una luz muy brillante fulguró desde el cielo a mi alrededor.

7 »Caí al suelo y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”.

8 »Y respondí: “¿Quién eres, Señor?”. Y Él me dijo: Yo soy Jesús el Nazarenoa, a quien persigues”.

9 »Los que estaban conmigo vieron la luza, ciertamente, pero no comprendieron1 la vozb de Aquel que me hablaba.

10 »Y yo dije: “¿Qué debo hacera, Señor?”. Y el Señor me dijo: Levántate y entra a Damasco; y allí se te dirá todo lo que se ha ordenado que hagas”.

11 »Pero como yo no veía por causa del resplandor1 de aquella luz, los que estaban conmigo me llevaron de la mano y entré a Damascoa.

12 »Y uno llamado Ananíasa, hombre piadoso según las normas de la ley, y de quien daban buen testimonio todos los judíosb que vivían allí,

13 vino a mí, y poniéndose a mi lado, me dijo: “Hermano Saulo, recibe la vistaa”. En ese mismo instante1b alcé los ojos y lo miré.

14 »Y él dijo: “El Dios de nuestros padresa te ha designado1b para que conozcas Su voluntad, y para que veasc al Justod y oigas palabra2 de Su boca.

15 ”Porque tú serás testigoa Suyo a todos los hombres de lo que has visto y oídob.

16 ”Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízatea, y lava tus pecadosb invocando Su nombrec

17 »Cuando regresé a Jerusaléna y me hallaba orando en el templo, caí en un éxtasisb,

18 y vi al Señor que me decía: Apresúrate y sal pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de a”.

19 »Entonces yo dije: “Señor, ellos saben bien que en las sinagogas, una tras otra, yo encarcelabaa y azotabab a los que creían en Ti.

20 ”Cuando se derramaba la sangre de Tu testigo Esteban, allí estaba también yo dando mi aprobación, y cuidando los mantos de los que lo estaban matandoa

21 »Pero Él me dijo: Ve, porque te voy a enviar lejos, a los gentilesa”».

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos