Cargando…

2º Samuel 12:15–23

15 Y Natán regresó a su casa.

Entonces el Señor hirió al niño que la viuda1 de Urías dio2 a David, y se puso muy enfermo.

16 David rogó a Dios por el niño; y1 ayunóa, y fue y pasó la noche acostado en el suelob.

17 Los ancianos de su casaa se pusieron a su lado para levantarlo del suelo, pero él no quiso, y no comió con ellos.

18 Sucedió que al séptimo día el niño murió. Los siervos de David temían informarle que el niño había muerto, pues se decían: «Si cuando el niño todavía estaba vivo, le hablábamos y no nos escuchaba1, ¿cómo, pues, vamos a decirle que el niño ha muerto? Puede hacerse daño».

19 Pero viendo David que sus siervos susurraban entre sí, comprendió1 que el niño había muerto, y2 dijo a sus siervos: «¿Ha muerto el niño?». «Ha muerto», respondieron ellos.

20 Entonces David se levantó del suelo, se lavó, se ungió y se cambió de ropaa; entró en la casa del Señor y adorób. Después vino a su casa y cuando pidió, le pusieron comida delante y comió.

21 Así que sus siervos le dijeron: «¿Qué es esto que ha hecho? Mientras1 el niño vivía, usted ayunaba y lloraba, pero cuando el niño murió, se levantó y comió pan2».

22 Y él respondió: «Mientras el niño aún vivía, yo ayunaba y llorabaa, pues me decía: “¿Quién sabe si el Señor tendrá compasión de mí y el niño vivab?”.

23 »Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré hacer que vuelva? Yo iré a éla, pero él no volverá a míb».

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos