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Juan 10:30–42

30 Yo y el Padre somos uno1a.

Los judíos amenazan a Jesús

31 Los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearlea.

32 Jesús les dijo1: Os he mostrado muchas obras buenas que son del Padre. ¿Por cuál2 de ellas me apedreáis?

33 Los judíos le contestaron: No te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemiaa; y porque tú, siendo hombre, te haces Diosb.

34 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra leya: «Yo dije: sois diosesb»?

35 Si a aquellos, a quienes vino la palabra de Dios, los llamó dioses (y la Escritura no se puede violar),

36 ¿a quién el Padre santificóa y envió al mundob, vosotros decís: «Blasfemas», porque dije: «Yo soy el Hijo de Diosc»?

37 Si no hago las obras de mi Padrea, no me creáis;

38 pero si las hago, aunque a no me creáis, creed las obrasa; para que sepáis y entendáis1 que el Padre está en y yo en el Padreb.

39 Por eso procuraban otra vez prenderlea, pero se les escapó de entre las manosb.

40 Se fue de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde primero había estado bautizando Juana, y se quedó allí.

41 Y muchos vinieron a Él y decían: Aunque Juan no hizo ninguna señal1a, sin embargo, todo lo que Juan dijo de esteb era verdad.

42 Y muchos creyeron en Él allía.

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