1 Pedro 5:1–5
Consejos a los ancianos de la iglesia
Por tanto, a los ancianos entre vosotrosa, exhorto yo, anciano como ellosb y testigo de los padecimientos de Cristoc, y también participante de la gloria que ha de ser reveladad:
2 pastoread el rebaño de Dios entre vosotrosa, velando por él, no por obligaciónb, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero1c, sino con sincero deseo;
3 tampoco como teniendo señoríoa sobre los que os han sido confiados1, sino demostrando ser2 ejemplos del rebañob.
4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores1a, recibiréis la corona inmarcesibleb de gloriac.
5 Asimismo, vosotros los más jóvenes, estad sujetos a los mayores1a; y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuob, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildesc.